El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reconocido este Viernes Santo en Cuenca que la procesión de Las Turbas, o “Camino del Calvario”, suponen una inyección “de autoestima, a mí me cargan las pilas una barbaridad, me pasaría el día escuchándolas”.
Así lo ha indicado en declaraciones a los medios durante la procesión, que ha visto desde el balcón del Ayuntamiento de Cuenca, acompañado entre otros por el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca.
García-Page ha apuntado que estamos viviendo “una Semana Santa pletórica en Castilla-La Mancha”, y ha asegurado que esta procesión “es una buena síntesis de la pasión que ponemos en la región a nuestras tradiciones”.
Una muestra, ha apuntado el presidente regional, que la Semana Santa también transmite “alegría”, ya que pese al dolor “termina bien, en resurrección, y eso es lo que todos buscamos: esperanza”.
Por su parte, el delegado del Gobierno en la región ha resaltado que Cuenca, como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, recibirá tres millones de euros de los fondos europeos de recuperación “para financiar proyectos sostenibles de rehabilitación y mantenimiento, dentro del plan de modernización y competitividad del sector turístico”.
Asimismo, en un momento en el que la capital conquense está recibiendo gran cantidad de turistas en su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional, Tierraseca ha recordado que la región dispone “de más de ocho millones de euros para financiar proyectos de eficiencia energética y economía circular en alojamientos turísticos”, según ha apuntado la Delegación del Gobierno en nota de prensa.
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