La Universidad de Castilla-La Mancha celebrará las elecciones para elegir al nuevo rector a finales de diciembre. El actual rector, Julián Garde, ha manifestado que comunicará su intención de presentarse a la reelección en su debido momento y que necesita retos por resolver y más ilusión y energía para tomar esa decisión afirmativa. Uno de los retos importantes será la aplicación de la Ley Orgánica del Sistema Universitario hasta el 2030.
El rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Julián Garde, ha manifestado que la institución académica celebrará las elecciones para elegir al nuevo rector a finales del mes de diciembre, fecha en la que se cumplen los cuatro años de mandato del actual equipo directivo.
Garde lo ha avanzado este martes, a preguntas de los periodistas, en Ciudad Real, donde ha participado en el acto de presentación del nuevo Campus Biosanitario que se construirá en la ciudad.
Ha señalado que, como marcan los estatutos de la institución académica, las elecciones se convocarán con el tiempo suficiente para que se puedan celebrar al concluir el actual mandato, que comenzó el 23 de diciembre de 2020, ha recordado.
Sobre su intención a presentarse a la reelección, ha señalado que "bastante antes de llegar el momento" lo comunicará, primero a su equipo, luego a la comunidad universitaria y después a los medios de comunicación.
"Evidentemente ahora no lo puedo tener decidido, queda mucho por hacer, mañana tenemos claustro, daremos el cumplimiento de lo que hemos hecho en el tercer año y también de cómo va el programa de gobierno, que va muy adelantado", ha afirmado.
Garde ha añadido que "teniendo en cuenta eso, yo tomaré la decisión cuando la tome, pero para tomarla en sentido afirmativo necesito claramente dos condiciones: que haya retos por resolver, que claramente los hay, y segundo, para tomar la decisión afirmativa si la tomase, yo necesito tener más ilusión y más energía que cuando me presenté la primera vez, y sino, no lo haré".
En este sentido, ha recordado que uno de los retos importantes será la aplicación de Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) que se extenderá hasta el 2030 y en los que habrá que cambiar la universidad por completo, lo que demandará "mucha energía".
Eso implicará, ha resaltado, un compromiso para ser leales tanto como la "institución como con la región".
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