Su formación se presenta como la única cuyo objetivo real es luchar contra la discriminación hacia Cuenca y su provincia, ¿cómo lo piensan lograr?
Es de sobra conocida esa discriminación. Hasta las autoridades locales han dicho que van a recurrir a la UE para que asigne fondos a la provincia con los que luchar contra la despoblación y el envejecimiento, porque la tendencia es a que se quede desértica. Creemos que, si viene dinero de la UE, bienvenido sea. De hecho, hemos solicitado dinero a través de Primavera Europea. El problema es que ha venido mucho dinero pero se lo han llevado a donde les ha interesado, donde hay votos. Parte se invertía en caminos o carreteras, pero de los presupuestos estatales ya no se recibía nada. La cuestión no es la UE, sino el Gobierno de España. En Cuenca, además, se une la Junta de Comunidades. Es lamentable, pero es el pan nuestro de cada día: al haber poca población, se invierte menos, porque se invierte donde se puede hacer más negocio con los votos. Además, los gobernantes de la provincia están, primero, al servicio de la Junta, que considera que las inversiones tienen que ir a Albacete antes que a Cuenca, donde no ha habido personas representativas en la administración regional.
Nuestra lucha es por Cuenca, por Castilla-La Mancha y la mayor parte del resto de Castilla, que es lo más olvidado que hay en cuanto a inversiones. A los gobernantes no les importa un pimiento y no lo podemos consentir.
¿Qué opina de la irrupción en la escena política de los nuevos partidos que luchan por obtener representación también en Cuenca?
A partidos como Ciudadanos o UPyD, que se presentan aquí, desde Madrid o Barcelona les dictan que hay que suprimir pueblos. Nosotros siempre hemos dicho que, si es porque tienen déficit, qué vamos a hacer con pueblos como Alcorcón o Alcobendas, cuando hay pueblos pequeños que, a lo mejor, no lo tienen. Eso es lo peor que puede haber para la provincia de Cuenca, porque estarían obligando a la gente a abandonar los pueblos, donde no habría servicios ni posibilidades de desarrollo, porque no tendrían poder para decidir.
¿Cuáles serían los puntos fuertes de su programa?
Apostamos por hacer todo lo posible por atraer empresas aquí, por la industrialización que, en un 95% depende de motivos políticos. El Partido Castellano se volcaría en que viniese industria. También creemos que es lamentable que esté viniendo biomasa desde Asturias y en la provincia no hay forma de que despegue la industria por falta de apoyo de las autoridades provinciales y regionales.
Vamos a comenzar por defender lo de casa y, si hay una industria, protegerla y ayudarla por todos los medios, porque en ello nos va la posibilidad de subsistir dentro de unos años.
Hay que darle un vuelco a Cuenca, dándole también facilidades a los empresarios, que deben ser un poco más incisivos en el impulso de sus negocios.
No entendemos tampoco que se nos haya traído un cementerio nuclear solo porque somos una zona despoblada. Queremos que lo pongan donde realmente se hayan producido los residuos. ¿Por qué nos tenemos que tragar lo malo? El ATC no es bueno desde ningún punto de vista.
Nosotros creemos que el medio rural conquense es la vida de Cuenca capital, que no existiría sin él, porque vive de él. Es importante la defensa del medio rural y que este tenga vida, porque eso es vida para la capital. Por eso decimos a estas fuerzas políticas que dicen que hay que suprimir los pueblos porque van a paliar el déficit de la Seguridad Social, que, si se miran sus gastos, son los que menos inciden en el déficit del Estado. Una fusión de pueblos representa más gastos, no ahorros. Y esto se une a una discriminación total por parte de Junta, Gobierno de España y políticos que nos gobiernan en Cuenca porque están al servicio de los intereses de su partido.
Desde el punto de vista medioambiental tenemos potencial, pero hay que explotarlo también, al igual que nuestros recursos turísticos. Hablemos de lo que hablemos, tiene deficiencias.
Es un rosario detrás de otro, porque también nos preguntamos por qué nos quitan Ars Natura y abren el Museo Paleontológico. Ars Natura podría haber tenido una explotación magnífica, pero los autobuses ahora irán al botánico de Alcobendas. Por otra parte, queremos que haya AVE, pero que no se cierre el tren convencional.
La culpa es de los políticos, pero también de los ciudadanos. A ver cuándo dejamos el ¡ea! porque, de seguir así, Cuenca desaparecerá, a pesar del esfuerzo que podamos hacer los castellanistas. Si la gente de Cuenca no se da cuenta, en cierto modo, también es la culpable de todo esto. Es duro decirlo, pero es así.
Otra de sus luchas es la gestión del agua...
Sí, seguimos preguntándonos por qué no se han hecho todos los regadíos de La Manchuela. La despoblación, precisamente, viene porque no nos dejan explotar aquí nuestros recursos, entre ellos, el agua o los pinos. Lo de la cuenca del Júcar es una vergüenza: llega hasta el mismo Tarragona, cuando hay 20 ríos entre medias. A su paso por Cuenca, podríamos tener tres o cuatro kilómetros para explotarlos a efectos recreativos, pero no hay forma. Lo mismo ocurre con el pantano de Alarcón, que es propiedad de los regantes valencianos, aunque ellos no pagaron las indemnizaciones por expropiación. Ahora podíamos tener zonas de recreo y baño allí, pero no se puede explotar turísticamente.
¿Qué balance haría de la campaña hasta el momento?
Ahora en las elecciones se va a hacer todo. Si todos cumplieran lo que prometen, teníamos cuatro o cinco hospitales. El problema de algunos son los medios, otros lo tienen solventado. Lo que se vende es lo que está todos los días machacando en la televisión, sea bueno o sea malo.
¿Y qué les preocupa a los conquenses?
Siempre van en el sentido de que es una lástima que Cuenca sea una provincia en la que haya que emigrar porque no hay trabajo. Es lo que te dicen todos los días, pero es difícil de acometer. Si nosotros pudiéramos llegar al gobierno municipal, nuestra política sería totalmente diferente a la que hay ahora. No comerciaríamos con la voluntad de los ciudadanos que han depositado su voto y su confianza. También se preguntan por qué los partidos que llevan 40 años alternándose en el poder no lo han hecho antes. La gente se da cuenta de que hay que hacer el cambio, pero no de cómo hacerlo y de quién lo debe hacer. Nosotros también lo queremos, el problema es que esa alternancia la hagan unas personas que son nefastas para Castilla-La Mancha y Cuenca.
¿Por qué debería el PCAS obtener representación en el Ayuntamiento de Cuenca?
Si los ciudadanos deciden votar al que viene de por ahí, que no se acuerda más de Cuenca después de las elecciones, ¡qué vamos a hacer! Nosotros creemos que deberían intentar votar a los que realmente defienden la tierra. Los demás siempre lo dicen, pero ahí está Cuenca. Somos los únicos que no somos un partido estatal que, lógicamente, obedece a intereses de otras regiones. Nuestro interés está aquí.
¿Se han planteado ya posibles pactos tras el 24M?
Los pactos son muy complicados con los grandes partidos pero, qué duda cabe que, para que se gobierne, hay que hacer pactos. No se deben hacer por hacerlos, sino respetando el programa que tú llevas. El nuestro sería complicado para casi todos los partidos que concurren. Aunque, por lo visto hasta ahora, han hecho lo habido y por haber; les da igual vender a su burro que a su perro. Estamos abiertos a pactar, por qué no, pero tendríamos que respetar nuestro programa.
¿Qué mensaje lanzaría a los electores conquenses de cara a la cita del 24M?
Les diría que somos el único partido político que realmente lucha solo por Cuenca, por la provincia, por Castilla-La Mancha y toda Castilla. Los demás, el 25 de mayo han desaparecido con la bolsa llena de los votos de los conquenses y, hasta dentro de cuatro años. En la defensa de nuestra tierra somos los únicos. A ver si los conquenses se acuerdan de los partidos que, realmente, defienden sus intereses.
Si (
No(
