La Diputación de Cuenca ha aprobado en Pleno, con el voto en contra del Grupo Popular, los presupuestos del año 2023, que superan los 100 millones de euros y que podrán entrar en vigor el próximo 1 de enero.
Unos presupuestos, según el presidente del Gobierno provincial, Álvaro Martínez, "muy trabajados, realistas y sociales", si bien desde la oposición han sido criticados por "su sectarismo" y por considerarlos "electoralistas y poco inversores".
Martínez ha admitido en el Pleno que las cuentas tienen una partida de inversión inferior a la de 2022, "pero son 24 millones de euros que se suman a los 30 millones que actualmente están ya adjudicados" y ha defendido, por otro lado, que se incrementan "sensiblemente" partidas como cultura, patrimonio o servicios sociales, que permitirán poner en marcha nuevos programas como la ampliación del Talía a asociaciones o el servicio de comida a domicilio.
La diputada de Cuenca nos Une Marta Tirado ha respaldado los presupuestos y ha reprochado al Partido Popular la presentación de sus enmiendas "a última hora".
De hecho, de las cinco enmiendas presentadas por los 'populares' sólo se han debatido dos, sobre los puntos limpios y la residencia de Beteta, ambas que han sido rechazadas, con el lamentó del PP porque "se han abandonado proyectos como las Hospederías o el Serranía en Vía" y han estimado que los presupuestos han sido confeccionados pensando en el "clientelismo".
Mientras, la portavoz, Clara Plaza, ha aplaudido lo que considera un cambio de discurso del equipo de Gobierno en lo que respecta al Patrimonio y ha mostrado su satisfacción porque "se hayan dado cuenta de que no son sólo piedras, sino que es un recurso que genera economía y empleo, y que repercute en el territorio".
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