El Cuenca sigue vivo en Europa. Su gen resiliente ayer le permitió salvar su primer match-ball en la segunda competición continental, además de conquistar nuevamente en su feudo a su fiel parroquia que quedó maravillada tras la épica remontada de los “toros verdes” que, en otro ejercicio de fe, destilando testosterona y, por ende, sacando su espíritu más espartano, les permitió cosechar, en su cuarta participación europea, su primera y gran ansiada victoria en la EHF EUROPEAN LEAGUE ante el Gorenje Velenje.
El primer acto destacó fundamentalmente por la producción ofensiva exhibida por ambos conjuntos. El cuadro local llegó a disfrutar de una ventaja de hasta tres goles (8-5) que le permitió abrir una brecha en el marcador que, posteriormente, en un abrir y cerrar de ojos vería como quedaba neutralizada por la intensidad de la defensa eslovena – bien secundada con un par de paradas claves del portero Shok– además de por su acierto en la faceta ofensiva.
Al descanso el Gorenje se iría con una renta de más dos (13-15).
En el segundo tiempo el equipo dirigido por Zoran Jovicic salió en tromba, ampliando su ventaja, incluso antes de llegar al ecuador de este periodo, hasta los 6 goles (18-24). Pero un vital tercer y último tiempo muerto de Lidio Jiménez con el objeto de que sus “chicos” no dejaran de creer, más la salida de David Mach –decisivo bajo los tres palos en la remontada del Cuenca con oportunas paradas que valieron su peso en oro– sirvieron de revulsivo para un conjunto verde que fiel a su ADN ganador nunca bajó los brazos; y, paulatinamente, piano piano, se vino arriba y en comunión con un Sargal que entró en plena ebullición al sentir que se podía producir una “proeza europea” para enmarcar, se subió a las barbas de un Gorenje que, en los últimos estertores de un partido no apto para cardiacos, se la jugó a un cara o cruz frente al conjunto castellano-manchego, hincando finalmente la rodilla gracias al gol, a falta de tres segundos, del carioca Alex Pozzer, que se aprovechó del magistral pase o asistencia, todo hay que decirlo, de ayer un excelso Sergio López que en el momento de la verdad –en ese pequeño espacio-temporal donde los grandes jugadores no se arrugan y destapan el tarro de las esencias– se disfrazó, sin hiperbolizar, de centrales de talla mundial como por ejemplo el ucraniano Sergey Bebeshko, campeón olímpico en las Olimpiadas celebradas en Barcelona, que por suerte la afición conquense también tuvo la fortuna de poder disfrutarlo aunque fuese tan solo una temporada, concretamente la 92/93.
En definitiva, una noche europea para el recuerdo, en el que el Cuenca dentro de su Historia Dorada vuelve a escribir una nueva página dulce que, en estos momentos en el que se encuentra capitidisminuido por sus cuatro sensibles bajas, a buen seguro le permite salir fortalecido por esta superlativa victoria que le viene como anillo al dedo para afrontar sus próximos compromisos con tranquilidad, confianza y una enorme moral.
Ficha técnica
28. REBI BM Cuenca (13+15): Espinha; Pablo Simonet (2), Nacho Pizarro (5, 1p), Álvaro Martín (1), Sergio López (5), Fede Pizarro (3), Hackbarth (5, 2p), siete inicial, David Mach (p), Diego Vera (2), Pozzer (3), Juanjo Fernández, Arnau Fernández, David Notario y Tavares (2).
27. RK Gorenje Velenje (15+12): Skok; Haseljic (4), Pipp (1), Maricic (2), Drobez (2), Sisko (5), Slatinek Jovicic (4), siete inicial, Sokolic (7, 1p), Verdinek, Mlivic (1) y Predovic (1).
Árbitros: Jesper Kirkholm Madsen y Henrik Mortensen (Dinamarca). Por parte local, excluyeron a Pozzer y, por parte visitante, a Pipp (2), Predovic, Maricic, Verdinek y Haseljic.
Marcador cada cinco minutos: 2-3, 4-4, 7-5, 8-8, 11-12, 13-15, descanso, 15-20, 18-23, 20-25, 24-27, 26-27 y 28-27.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la cuarta jornada del Grupo C de la Liga Europea EHF, disputado en el polideportivo El Sargal ante unas 1.000 personas.
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