Los trabajadores del Parador de Cuenca comparten el creciente malestar de la plantilla de Paradores en todo el país, que este jueves 7 de noviembre ha vuelto a movilizarse ante la falta de respuestas por parte de la dirección. Denuncian precariedad, bajos salarios y falta de conciliación, mientras la empresa pública presume de beneficios récord.
El personal de los distintos centros, entre ellos el Parador de Cuenca, reclama “un convenio digno” que contemple salarios justos, estabilidad laboral, jornadas parciales mínimas garantizadas y medidas reales de conciliación familiar. Denuncian que las condiciones actuales incluyen turnos partidos, jornadas maratonianas y fines de semana trabajados sin compensación adecuada.
Pese a las reiteradas movilizaciones —como la concentración celebrada frente a la sede central en Madrid y la campaña en redes sociales bajo los lemas #PorUnConvenioDignoYa y #ParadoresGritaEnSilencio—, la dirección de Paradores continúa sin ofrecer propuestas concretas que desbloqueen la situación.
Las trabajadoras y trabajadores del Parador de Cuenca aseguran que su compromiso con el servicio y con la imagen de la ciudad “es absoluto”, pero lamentan que la empresa solo invierta en imagen y promoción, mientras ignora las necesidades básicas de su plantilla.
El contexto, subrayan, resulta especialmente indignante: Paradores ha cerrado el verano con un récord histórico de ocupación del 86%, llegando al 94% en algunas zonas, y un aumento del 2% en beneficios, además de inversiones millonarias en renovación de instalaciones y campañas publicitarias.
Por ello, los empleados reclaman que se traslade esa bonanza también a los trabajadores, con medidas que garanticen salarios dignos, jubilaciones parciales, desarrollo profesional y la implantación definitiva del Plan de Pensiones.
Desde Cuenca advierten que, si no se produce un cambio de actitud por parte de la dirección, las movilizaciones se intensificarán en las próximas semanas, y no descartan “unas Navidades especialmente cálidas” en señal de protesta.