Los trabajadores y trabajadoras de la planta de Mahle en Motilla del Palancar han salido hoy a la calle coincidiendo con la visita del comité europeo de la compañía para mostrar su rechazo al expediente de regulación de empleo (ERE) que la multinacional ha planteado, y que, según los sindicatos, carece de justificación.
Durante la concentración, el secretario general de la Federación de Industria de CCOO en Cuenca, Pedro José Lucas, afirmó de forma contundente que “no vemos causas suficientes que fundamenten poner encima de la mesa un ERE con 790 despidos, ni compartimos las causas ni el número de despidos”.
Lucas explicó que la empresa ha unido en un mismo expediente la situación de los centros de Motilla del Palancar y Paterna, pese a que “las realidades, la actividad y el volumen de trabajo son diferentes en ambos”. Además, denunció que la decisión “estaba ya tomada desde enero de 2024”, calificando la actuación de la dirección de “premeditada”.
Según el dirigente sindical, la próxima semana comenzará la fase de negociación del ERE, en la que los sindicatos defenderán el mantenimiento del empleo y de la actividad industrial, intentando reducir al máximo el número de despidos. Esta negociación irá acompañada de movilizaciones y presión sindical, y mañana viernes la plantilla decidirá en asamblea si convoca una huelga, tras la votación de los trabajadores de ambos centros.
Lucas advirtió que el conflicto podría acabar en los tribunales: “Hay bastantes motivos para que así sea si la empresa no acepta las pretensiones sindicales”. Además, exigió a las administraciones competentes —Ministerio de Industria, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y Diputación Provincial de Cuenca— la puesta en marcha de un plan de reindustrialización para la zona.
“Si finalmente se ejecuta este ERE, el despido de 550 personas supondrá un drama para las familias y para la comarca de La Manchuela. Aquí no existe un tejido laboral que pueda absorber este golpe, sería un auténtico desierto laboral”, lamentó.
Por su parte, Jesús Laín, representante de la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) de UGT, denunció la “mala fe de la dirección de Mahle”, asegurando que la empresa “sigue firme en su propósito de despedir a más de 500 trabajadores y trabajadoras de Motilla del Palancar, con graves consecuencias para la provincia de Cuenca”.
Laín recordó que Mahle “siempre ha contado con el apoyo de la comarca y de las administraciones”, y reprochó a la dirección su “intransigencia ante un ERE injustificado”. El dirigente de UGT defendió la necesidad de intensificar las movilizaciones porque “la situación es totalmente reversible”.
“Mahle trabaja en un sector con futuro y la coyuntura actual es pasajera. Lo que la empresa plantea como un expediente de regulación de empleo debería ser, en todo caso, un ERE temporal y no un despido masivo”, concluyó.