La carretera CM-2201 vuelve a estar abierta al tráfico entre Masegosa y Beteta tras una reconstrucción integral ejecutada por la Junta de Comunidades con una inversión de 3,9 millones de euros. La intervención, motivada por el derrumbe de diciembre de 2023, devuelve a la Serranía Alta una conexión esencial para su movilidad y vertebración territorial.
La carretera CM-2201 vuelve a estar operativa entre Masegosa y Beteta después de que hoy se haya reabierto oficialmente al tráfico, una vez finalizadas las obras de reconstrucción derivadas del derrumbe que en diciembre de 2023 dejó intransitable este tramo. La delegada de la Junta en Cuenca, Marian López, y la delegada provincial de Fomento, Ana Ponce, han visitado la zona acompañadas por los alcaldes y concejales de Beteta y Cueva del Hierro.
El desplome total de parte de la calzada, provocado por un deslizamiento de la ladera, obligó entonces al cierre inmediato y a la declaración de emergencia. En apenas dos meses se resolvió el expediente administrativo y los trabajos comenzaron el 19 de febrero de 2024. López ha destacado la complejidad de la intervención “debido a la magnitud del daño y a las condiciones meteorológicas adversas”, factores que han prolongado las obras “más de lo deseado”. Pese a ello, celebró que la carretera “vuelve a estar plenamente operativa para garantizar la comodidad y la seguridad de los habitantes de la Serranía Alta y de quienes visitan la zona”.
La actuación ha supuesto la excavación completa del terraplén colapsado y su reconstrucción desde la base, junto a la construcción de un muro de escollera, la renovación total del drenaje y la reposición íntegra del firme. Para aumentar la durabilidad de la infraestructura se ha sustituido el antiguo relleno de tierra por roca de la zona, un proceso que ha requerido varias voladuras. Las obras han sido ejecutadas por la empresa Construcciones Gismero.
La inversión final ha ascendido a 3,9 millones de euros, financiados íntegramente por la Junta de Comunidades. Según López, “no hablamos solo de recuperar una carretera, sino de garantizar una conexión segura y estable para muchos años y de invertir donde realmente se necesita”.
Tras el cierre inicial, se habilitó un desvío por el casco urbano de Beteta, que posteriormente se sustituyó por un itinerario alternativo específico para canalizar el tráfico, especialmente el pesado, por una vía comarcal que bordea el municipio, evitando molestias a los vecinos.
López ha agradecido la paciencia de la población afectada y ha subrayado que la reapertura supone “recuperar una carretera esencial para la movilidad de la Serranía Alta de Cuenca y para la vertebración del territorio”. Además, ha recordado otras actuaciones recientes en la red viaria provincial, como la finalización de la travesía de Almodóvar del Pinar y el acondicionamiento de la carretera entre Arguisuelas y Cardenete. También ha avanzado que antes de que termine el año concluirán la travesía de Quintanar del Rey y el puente de Landete, cuyo asfaltado está previsto para el 13 de diciembre.