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Historia, tradición y fe en el pregón de la Semana Santa de 2024 de Julián Recuenco
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(Foto: Sergio Valverde)

Historia, tradición y fe en el pregón de la Semana Santa de 2024 de Julián Recuenco

Por Redacción
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localcuencanewses/5/5/16
sábado 23 de marzo de 2024, 01:34h

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“Este pregonero, ante la responsabilidad que significa el presentarse delante de vosotros, no tiene más remedio que preguntarse por las razones que os han llevado a elegirme para hablaros desde este estrado. ¿Queréis escuchar al historiador, que ha pasado parte de su vida desempolvando viejos legajos que hablan de procesiones ya pretéritas? ¿Queréis escuchar al nazareno, que cada año se viste de túnica y de capuz para sumarse a cualquiera de nuestras procesiones? ¿O queréis escuchar sólo a ese cristiano, creyente, pero a veces un poco débil en sus creencias, que hay detrás de cada nazareno?”. A partir de esta pregunta, dirigida a la comunidad nazarena reunida en el Teatro Auditorio en este Viernes de Dolores para escucharle, Julián Recuenco, Pregonero de la Semana Santa de Cuenca 2024, ofreció tal vez intencionadamente, tal vez no, un Pregón uno y trino a los nazarenos de Cuenca, en el que entrelazó de manera magistral la voz del historiador, la del nazareno y la del cristiano, en un viaje de ida y vuelta de su niñez a la edad adulta, de los orígenes de la Semana Santa de Cuenca a lo que actualmente es.

El Teatro Auditorio ‘José Luis Perales’ registró lleno absoluto. Acompañaron al Pregonero el obispo de la Diócesis, monseñor José María Yanguas; la Comisión Ejecutiva encabezada por su presidente, Jorge Sánchez Albendea, y la Junta de Diputación de la JdC; Darío Dolz, alcalde de la ciudad; José Luis Martínez Guijarro, vicepresidente de la Junta de comunidades de Castilla-La Mancha; Nuria Illana, presidenta en funciones de la Diputación de Cuenca; María Ángeles López, delegada de la Junta en Cuenca; Mari Luz Fernández, subdelegada del Gobierno en Cuenca; Coronel Fernando Antón, subdelegado de Defensa; Francisco Sánchez, inspector jefe de la Policía Nacional en Cuenca; María Jesús Pascual, Teniente Coronel de la Guardia Civil; Juan Carlos Muñoz, Jefe de la Policía Local; Pablo Muñoz, Jefe del Servicio de Bomberos; Cesar Sánchez, vicerrector del Campus de Cuenca; Carlos de la Sierra, presidente de Fundación Globalcaja Cuenca; Henar de la Sierra, directora de la Fundación; Francisco Nuñez, presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha; concejales del Ayuntamiento de Cuenca, diputados nacionales y regionales, miembros de la Real Academia Conquense de Artes y Letras (RACAL) y personalidades de la vida social y cultural de Cuenca y Castilla-La Mancha.

Presentada por la periodista y miembro del Gabinete de Comunicación de la JdC, Águeda Lucas, quien utilizó como hilo conductor del acto un original símil con un menú de Alta Cocina, la velada tuvo como primer ingrediente la música. Así, abrió escenario el Coro del Conservatorio de Cuenca, dirigido por Jesús Mercado Martínez. Sonó potente y compacto, e interpretó los muy esperados Stabat Mater y Miserere, acompañados de Locus Iste (J. Van Berchem) y Ave María (Rihards Dibra).

Si el Coro cosechó los primeros aplausos cerrados de la noche, la Banda Municipal de Música de Cuenca no se quedó atrás. Dirigida por Juan Carlos Aguilar Arias y sonando una vez más imponente, llenó el Auditorio de San Juan Evangelista y Viernes Santo con del La palma al Viento (Jesús Mateo y José Mencías), convirtió el Getsemaní centenario el patio de butacas con 100 años de Oración, la marcha que Juan Carlos Aguilar ha compuesto al hermanado Huerto de San Esteban por su centenario fundacional, y puso la piel nazarena de gallina – un año más – con San Juan, de Nicolás Cabañas en la autoría y de toda la Cuenca nazarena en el corazón, dejando el escenario listo (ovación cerradísima mediante, cuya duración ‘obligó’ a Aguilar a salir a saludar por segunda vez al respetable) para las palabras del Pregonero y al público con las emociones a punto para escuchar las palabras que abrirían nuestra Semana Santa.

Palabra de Pregonero

“Da la impresión, no sé si les pasa, que hay personas que vienen al mundo con un claro camino marcado del que parece imposible salirse y en el caso de Julián, era inevitable que el ADN nazareno estuviera presente en su vida: la Semana Santa le ha llegado, como él explica, “por todas las ramas familiares y por todas las formas”. Podríamos definirlo con muchas acepciones: Historiador, divulgador, escritor, compañero, hijo, esposo, orgulloso padre de nazarena, amigo y muchas cosas más, pero también y por supuesto, Julián es nazareno. Y ahora, pregonero”, afirmó Águeda Lucas en su presentación de Julián Recuenco, Pregonero de la Semana Santa de Cuenca 2024.

Tras una breve glosa de su curriculum profesional, personal y nazareno, llegaba el momento de escucharle por fin a él: “En este plato del menú que tan gustosamente les estamos sirviendo van a probar sabores familiares, literarios, históricos, religiosos, humanos a fin de cuentas. Probarán a un Julián que siente esta Semana Santa como especial, que lo es, a un Julián que apenas sabe definirse porque es una persona que seguramente piensa más en los demás que en él, que no tiene dobleces, que se muestra sonriente y amigable, que es ante todo, buena persona. Prueba de ello es el aprecio que levanta no solo en la comunidad nazarena, sino en los sitios a los que va. Esa unanimidad es solo alcanzada por alguien que tiene un corazón puro”.

Entre aplausos y visiblemente emocionado subió en ese momento al escenario Julián Recuenco, para regalar a la comunidad nazarena un Pregón uno y trino, narrado desde la perspectiva del historiador, el nazareno y el cristiano. Con el Amor como eje principal de su discurso, Recuenco se dirigió a los nazarenos como el niño que fue y el hombre que es. Retazos de historia, mitología, vivencias personales, arte, reflexiones teológicas y profundo compromiso católico hilaron un Pregón presto a la meditación del nazareno y que Recuenco dedicó a los nazarenos que han trascendido a la procesión eterna, en especial a su padre. A través de la mirada del niño y del hombre, se preguntó por las señas de identidad de nuestra Pasión, llamó a reflexionarlas e hizo un recorrido por el rito desde su origen, buscando la esencia en las raíces de nuestra Semana Santa.

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